Los insectos en la gastronomía mexicana

La gastronomía mexicana ha sido considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural de la Humanidad, tanto por las técnicas, como por sus platillos y variedad de ingredientes en las comidas, entre ellos los insectos.

Esta vez hablaremos de un alimento en particular que genera opiniones encontradas, sin embargo ha estado presente en la dieta mexicana desde que las culturas mesoamericanas radicaban en el territorio y muchas recetas prevalecen hasta nuestros días. Hablamos de los insectos, base de varios platillos y bebidas típicas.

Aunque a la vista un plato de chapulines no se ve igual de apetitoso que un corte, los aportes proteínicos y demás propiedades alimenticias de los insectos pueden ser enumeradas con facilidad e incluso le llevan ventaja a los nutrientes que adquirimos de otros animales, pues se ha demostrado que las proteínas que aportan los insectos pueden ser de hasta 10 por ciento más.

Te contamos cuáles son los insectos y platillos más populares para el consumo a continuación:

Chinicuil, mejor conocido como el gusano del maguey, son popularmente consumidos en el estado de Hidalgo. Son pequeños gusanos rojos que se pueden comer cocidos o asados, o bien como acompañamiento, pues se elabora una salsa que acompaña a cortes de carne de vaca, aunque la versatilidad de este gusano también se usa en los postres, pulverizado se añade a otros ingredientes como caramelo, chocolate o barras de cacahuate.

Escamoles, son la larva de las hormigas escamoleras que a la vista incluso parecieran granos de arroz. Estos se recolectan entre los meses de marzo y abril y son sumamente codiciados por lo tanto el proceso de recolección es aún más cuidadoso y la preparación simple que normalmente solo se le añade manteca o mantequilla para no perder el sabor de los huevecillos de hormiga.

Chapulines, quizá de los favoritos y más comunes y que se han extendido al consumo en todo el país, son bastante prácticos en su uso en la cocina, se pueden cocer, freír, guisar, en platos dulces o salados o bien solo como botana. Estos al igual que las chicatanas u hormigas sanjuaneras son utilizados en la preparación de salsas para sazonar otras comidas.

Ya que sí todos los beneficios nutricionales no terminan por convencerte, que tal si hablamos de lo económico. Criar insectos para el consumo humano resulta más accesible que criar ganado en cuestión de espacio recursos e impacto ambiental, mientras que la conservación es la misma en refrigeración o almacenados sin perder el aporte nutricional. Ya como último dato curioso, al consumo de insectos por parte de los humanos se le denomina entomofagia.

AR

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