Gastronews

La comida en barro es más sabrosa, pero ¿es tóxica?

26 de febrero de 2022

Como buenos mexicanos y tragones que somos, siempre valoramos y disfrutamos la comida tradicional preparada en ollas de barro; aún no sabemos por qué pero su sabor cambia abismalmente. Desde unos frijoles refritos, arroz a la mexicana hasta birria, barbacoa o cualquier guiso que se les venga en mente.

Es más, hasta en las taquizas tan famosas de las fiestas, cuando vemos ollitas de barro en fogones, sabemos que el sabor está casi garantizado (porque también hay que considerar el factor de la preparación e ingredientes, obvio).

En fin, sabemos todos los beneficios del barro y la gran tradición que conlleva, pero… ¿alguna vez se han preguntado si alguno de los componentes de estos utensilios son tóxicos? Pues la respuesta es sí, muy a nuestro pesar.

Las ollas de barro contienen un recubrimiento o barniz, que no es otra cosa que la combinación de óxido de plomo y sílice, que se funde y se aplica en forma líquida al producto de barro terminado. El plomo, debido a sus propiedades no se elimina con el calor que llegan a alcanzar estas ollas pero sí se desprende, mezclándose con los alimentos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera el plomo como uno de los 10 elementos químicos de mayor importancia para la salud pública, debido al impacto que produce.

En los niños puede ocasionar irritabilidad, pérdida de apetito, dificultad en el aprendizaje, dolor abdominal, fatiga, pereza, vómito, estreñimiento y retraso en su desarrollo, entre otros. Mientras que a los adultos les ocasiona dolores de cabeza, abdomen, articulaciones y/o dolor muscular, trastornos en el estado anímico, hipertensión arterial; en hombres se llega a reducir el conteo de espermatozoides y espermatozoides anormales; en mujeres embarazadas puede causar un menor desarrollo del feto y aumento en el riesgo de aborto o parto prematuro.

Sin embargo, existe un método para detectar si la olla contiene plomo, para evitar su uso. Vierte vinagre blanco en un cuarto o 25% de la olla y déjalo reposar por al menos 24 horas. Transcurrido el tiempo lava la olla, sécala y verifica si la superficie que contenía vinagre se deterioró. De ser así (pérdida de brillo y textura rasposa) deberás suspender su uso al menos para cocinar.

Redacción

¿Tienes un restaurante?

Se parte de nuestra comunidad y haz que más personas conozcan tu menú

Regístrate aquí