Picaditas, uno de los mejores desayunos mexicanos

En una mañana temprana, toda la familia se reúne en la cocina. Desde el comal, unas tortillas más pequeñas y gruesas de lo usual empiezan a tomar forma: son las tradicionales picaditas o pellizcadas. Después de sacarlas, se pellizcan en los bordes semicocidos para formar una especie de cazuelita.

Una vez listas, las picaditas se agrupan en un servilletero para mantenerlas calientes, antes de regresarlas al comal con un poco de manteca, salsa verde o roja, frijoles, cebolla, crema y queso.

Este platillo sencillo es infalible, especialmente cuando se acompaña con un atole champurrado, chocolate, fresa, guayaba o incluso con un refresco, como un Coca-Cola, ya que en México no es raro desayunar con una bebida fría.

Las picaditas o pellizcadas son una delicia de la gastronomía mexicana que seguramente todos los mexicanos han probado al menos una vez en su vida. Aunque se cree que son originarias de Veracruz, también existen variantes guerrerenses donde la tortilla se fríe en vez de pellizcarla en el comal.

El encanto de las picaditas radica en su masa apenas cocida, tostada con grasa, cebolla, queso ranchero y, por supuesto, salsa. Sin duda, un manjar que reúne a las familias y evoca recuerdos de buenos momentos alrededor de la mesa.

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Por María Gutiérrez