¿De qué está hecho el surimi?
9 de abril de 2022
¡Hola, Tragones! ¿Qué saben sobre el surimi? Es un alimento que puede ser odiado o amado, porque puede que para algunas personas no sea un producto natural, entonces no les agrada para nada a los puristas gastronómicos, pero ¿Saben de qué está hecho?
Algunos piensan que el surimi es carne de cangrejo, pero no es así, ya que las barritas que venden en los supermercados son músculo de pescado, el cual es procesado para dar como resultado el producto que ya conoces.
Los ingredientes que se usan para la elaboración del surimi son: saborizantes artificiales, azúcar y almidones.
“Surimi es palabra de origen japonés que designa una pasta a menudo enmoldada en bastoncillos, formada por proteínas miofibrilares de pescado y a la que se añaden sobre todo azúcares y sales sintéticas. Aromatizado con cangrejo, langosta y otros mariscos y crustáceos; actualmente el surimi se incluye en numerosas preparaciones frías o calientes. Con sus nuevas presentaciones, su consumo va progresivamente en aumento” esto se explica en el texto de Larousse Cocina, sin embargo, no logra convencer a los puristas de la gastronomía.
Los puristas de la gastronomía no aceptan del todo a este producto culinario, ya que al no ser natural no entra dentro de los estándares de los sibaritas más exigentes.
Las ensaladas, croquetas, tostadas y arroz entre otras especialidades son algunas de las muchas recetas que se pueden elaborar con surimi, pues posee propiedades nutritivas.
El Área de Gestión del Conocimiento Científico de la Academia Española de Nutrición y Dietética explica que: “El surimi y los productos de surimi, en su mayoría, aportan un contenido total de entre 8 g y 15 g de proteína por cada 100 gramos de producto, dependiendo de las especies usadas para su elaboración y en función de la cantidad de surimi utilizado para la elaboración del producto final y de su categoría y calidad.
En la gastronomía japonesa es donde más veremos que se emplean los surimis, por ejemplo en los sushis, las ensaladas y los tempuras ¿Qué tal?