Reseñas

¿Comprar pan de caja?: La guía de Tragones pero finos

17 de abril de 2022

¡Hola, Tragones! ¿Necesitaban un pan de caja para complementar esa comida y no les dio tiempo para hornearlo? Bueno, no hay por qué entrar en pánico, aquí les dejamos una guía de Tragones pero finos para que sepan cómo comprar pan de caja.

Claro que el mejor pan por mucho siempre será el recién horneado hecho en casa, pero todos somos conscientes de que es difícil que todos tengamos el tiempo para prepararlo y que cuando vamos a los supermercados el pasillo del pan empaquetado se vuelve cada vez más largo, así que empecemos con los tips para que la próxima vez que haya que comprarlo, estén listos…

¿En qué debemos poner atención al comprar este tipo de productos?

Lo primero es no dejarse llevar por leyendas atractivas, es mejor leer los ingredientes y evitar aquellos que incluyan: exceso de sodio, grasas hidrogenadas o trans y azúcares añadidos (azúcar, jarabe de maíz de alta fructosa y todos aquellos que terminan en OSA).

Pero ¿qué son esos nombres raros?

Un pan se hace básicamente con harina, levadura, sal y agua. Los panes empacados suelen declarar más ingredientes, algunos de ellos muy confusos. Entre los aditivos más comunes se encuentran: 

Emulsificantes, estabilizantes y gelificantes: Conservan por más tiempo y mejoran la consistencia del pan (lecitina de soya, pectina, datem, mono y diglicéridos, fosfato de sodio y diversas gomas, como la arábiga, guar, xantana, entre otros).

Acentuadores de sabor: Favorecen el sabor y alargan la vida de anaquel (azúcar, el cloruro de sodio y de potasio y el glutamato monosódico)

Reguladores del pH. Evitan el crecimiento de microorganismos patógenos (propionato de calcio, sulfato de sodio, ácido láctico, cítrico).

Aunque la mayoría de los aditivos son inocuos y su uso es permitido, se debe considerar lo establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM-147-SSA1-1996).

Ingredientes como ácido ascórbico, ajo, clavo, jengibre, canela, vinagre y miel llegan a considerarse como conservadores “naturales”. 

Prefiere aquellos que aporten por lo menos dos gramos de fibra por porción.

Elige panes de grano entero y que incluyan distintos tipos de semillas (calabaza, girasol, linaza, chía, hemp, etc.).

Ahora ¿Blanco o integral?

Hay que ser conscientes de que el color del pan no es equivalente a si es uno u otro; algunos panes procesados ​​contienen melaza o un colorante que los hace parecer más integrales de lo que en realidad son. La mayoría de los panes envasados, ya sean blancos, de trigo, de centeno, de masa madre, etc., así como las hogazas de estilo europeo del área de panadería, se elaboran con harina blanqueada, es decir, a la que se le ha retirado el salvado y el germen de trigo.

Si bien este tipo de panes suelen tener más calorías, tienen mejor calidad nutrimental y menor índice glucémico:

  • Pan “light”. Generalmente solo suelen tener las rebanadas más delgadas por lo que evidentemente el gramaje será menor y también las calorías. 
  • Refrigerados. Los panes que se encuentran en los refrigeradores y congeladores del supermercado no suelen tener tantos aditivos y presentan un mejor perfil nutrimental no obstante, son muy costosos.
  • Masa madre. Actualmente algunas marcas de pan empaquetado ofrecen esta modalidad, sin embargo, el porcentaje de masa madre que declaran es mínimo. 

El mejor pan es el que más disfrutes así como el que menos ingredientes raros declara y el que a temperatura ambiente, más rápido se eche a perder.

Ya están listos para salir a comprar pan de caja y ser conscientes de cuál es el mejor.

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