Mitos de la gastronomía mexicana; el origen del mole

El mole es un platillo típico de la cocina mexicana y su origen se remonta a tiempos prehispánicos en México. La palabra «mole» proviene del náhuatl «molli», que significa «salsa» o «mezcla».

Existen diferentes variedades de mole en México, pero el más conocido a nivel internacional es el mole poblano. Se dice que el mole poblano fue creado en el estado de Puebla durante el período colonial. La historia cuenta que fue creado por sor Andrea de la Asunción, una monja del convento de Santa Rosa, en la ciudad de Puebla. La monja mezcló una variedad de ingredientes, incluyendo chiles, especias, chocolate y otros ingredientes locales, para crear esta deliciosa salsa.

Sin embargo, es importante destacar que el uso de chiles y chocolate en la cocina mexicana ya existía desde antes de la llegada de los españoles. Estos ingredientes eran ampliamente utilizados en la gastronomía de las culturas indígenas de Mesoamérica, como los aztecas y los mayas.

El mole ha evolucionado a lo largo de los siglos y ha adquirido diferentes variaciones regionales en México. Cada región tiene su propio estilo de mole, como el mole negro de Oaxaca o el mole verde de Guerrero. Estas variantes pueden variar en ingredientes, nivel de picante y preparación, pero todas comparten la característica de ser salsas complejas y sabrosas.

Hoy en día, el mole es considerado uno de los platillos más representativos de la cocina mexicana y es apreciado tanto a nivel nacional como internacional por su sabor único y su rica historia culinaria.