Un viaje irresistible a la dulce historia de las donas

Las donas, también conocidas como «rosquillas» o «doughnuts» en inglés, son un irresistible y popular manjar que ha conquistado los paladares de personas en todo el mundo. Su suave textura, sabores deliciosos y variados glaseados las han convertido en una de las golosinas más queridas y reconocibles en la repostería. Sin embargo, detrás de estas delicias redondas se encuentra una historia fascinante y llena de sabores que nos remonta a siglos atrás. Acompáñanos en este viaje para descubrir la historia de las donas.

Aunque las donas tal y como las conocemos hoy en día surgieron en tiempos más recientes, la idea de hacer masa frita en forma de anillo o rosquilla tiene sus raíces en la antigüedad. Civilizaciones como los griegos y los romanos ya preparaban postres similares, bañados en miel y espolvoreados con nueces o especias.

Se cree que las donas modernas tienen sus orígenes en los Países Bajos, donde a principios del siglo XIX, se preparaban «oliebollen», bollos redondos de masa frita que se consumían en ferias y celebraciones, especialmente durante el período previo a la Cuaresma.

El viaje de las donas a América se atribuye a los colonos holandeses. Fue a principios del siglo XVII cuando los primeros inmigrantes neerlandeses llegaron a Nueva Ámsterdam, la futura Nueva York. Llevando consigo sus tradiciones culinarias, incluidas las rosquillas. Sin embargo, la forma y el sabor de las donas eran diferentes de las que conocemos hoy; eran más bien bolas de masa frita, no con el característico agujero central.

Se cuenta que el origen del agujero central en las donas se atribuye a un capitán de barco llamado Hanson Gregory en el siglo XIX. Según la leyenda, Gregory quería un pastel más fácil de comer mientras navegaba, así que decidió cortar el centro de las rosquillas antes de freírlas. De esta forma, nació el icónico agujero en medio de las donas.

En la década de 1920, las donas se popularizaron en EUA gracias a la marca de donas «Krispy Kreme» y su lema «hot and fresh». Luego, en 1937, se fundó otra icónica cadena, «Dunkin’ Donuts», que contribuyó aún más a la difusión de estas delicias en todo el país.

Las donas han dejado su huella en la cultura pop. En la Primera Guerra Mundial, las «donas de la cruz roja» se convirtieron en un símbolo de apoyo para los soldados. Además, en los Simpson, Homer es famoso por su amor por las donas.

A lo largo del tiempo, las donas han sido adaptadas en diversas culturas, dando lugar a una gran variedad de sabores y rellenos, desde las tradicionales glaseadas hasta donas con coberturas extravagantes y rellenos exquisitos.

La historia de las donas es un dulce recorrido a través del tiempo y la cultura. Desde sus orígenes en la antigüedad hasta su fama mundial en la actualidad, estas delicias han cautivado el corazón y el paladar de generaciones. Ya sea disfrutando de una dona clásica con café en la mañana o probando creaciones únicas, siguen endulzando nuestras vidas y trayendo felicidad con cada mordisco.

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Beili Guerrero