Historia del pan de muerto, una deliciosa tradición
29 de octubre de 2023
El pan de muerto es una tradición arraigada en la cultura mexicana durante la celebración del Día de Muertos. Su presencia en las ofrendas y mesas es un símbolo de recuerdo y reverencia hacia los seres queridos fallecidos. Además de su simbolismo, la variedad de versiones de este pan en diversas regiones de México refleja la diversidad cultural y gastronómica del país.
El tradicional: Con una sencillez que remite a sus orígenes, este pan se barniza con mantequilla o huevo, a veces adornado con el cráneo y las canillas que simbolizan los huesos, ideal para la ofrenda.
Tradicional azucarado: Con un inconfundible sabor a azahar, este pan cubierto de azúcar lleva el cráneo y las canillas, siendo el más consumido y reconocido.
Tradicional con ajonjolí: Originario de Puebla, esta variante se cubre con semillas de ajonjolí y un toque de anís, presentando un brillo característico gracias al barnizado con huevo.
Regañadas y pan de yema: Representando ánimas de personas y animales, estos panes de Oaxaca, elaborados con pasta hojaldrada, destacan por incluir un pequeño rostro que honra a la persona fallecida.
Golletes: Con forma de rosca teñida de color rosa intenso, este tipo de pan típico de Puebla no representa el cuerpo y se relaciona con el tzompantli prehispánico. Al ser integrado en la ofrenda, se suele sostener con pedazos de caña de azúcar, añadiendo un significado simbólico adicional.
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Fernando Villegas