Delicia refrescante: nieves raspadas en México

El origen de este delicioso postre se remonta a la influencia de las culturas indígenas prehispánicas en México. Antes de la llegada de los españoles, las culturas mesoamericanas ya disfrutaban de bebidas refrescantes a base de hielo. Los aztecas, por ejemplo, recogían nieve de las montañas y la combinaban con frutas y miel para crear un manjar refrescante.

Con la colonización española, la tradición de las nieves raspadas se fusionó con la introducción de técnicas y sabores europeos. La combinación de hielo raspado con jarabes de frutas y otros sabores se convirtió en una práctica común, y a lo largo de los siglos, se refinó y diversificó.

Regularmente son ofrecidas por vendedores ambulantes en carritos o puestos callejeros; consiste en hielo finamente triturado, similar a una textura de nieve, que se resalta con una variedad de jarabes de sabores vibrantes, únicos por su diversidad y combinaciones disponibles; desde clásicos como fresa, limón y tamarindo hasta opciones más innovadoras como mango con chile.

Además, a menudo se complementan con ingredientes adicionales, como leche condensada, frutas frescas o incluso chilito en polvo, añadiendo capas de sabor y textura a esta rica delicia helada.

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Lu García