La sal es uno de los condimentos más antiguos y esenciales en la cocina, pero no todas las sales son iguales. Dos de las más comunes en los hogares son la sal común (o sal de mesa) y la sal rosa del Himalaya. A pesar de cumplir la misma función básica en la cocina, estas sales tienen diferencias significativas en su origen, composición, sabor y uso:
Origen y procesamiento:
Sal común: proviene de depósitos subterráneos o del agua de mar. Es refinada, eliminando la mayoría de sus minerales, y suele contener aditivos como yodo y antiaglomerantes.
Sal rosa: Se extrae de minas en Pakistán. Es menos procesada y conserva minerales traza que le dan su característico color rosado.
Composición y minerales:
Sal común: compuesta principalmente de cloruro de sodio (97-99%), con pocos minerales adicionales debido al refinado.
Sal rosa: contiene 84-98% de cloruro de sodio y hasta 84 minerales traza, como hierro, potasio y magnesio, que le aportan un sabor más complejo.
Sabor y Usos:
Sal común: tiene un sabor salado puro, ideal para cocinar y hornear por su solubilidad rápida.
Sal rosa: de sabor más suave y textura variada, se usa tanto en la cocina como en presentación, añadiendo un toque visual y un perfil de sabor único.
En resumen, la sal común es más refinada y práctica, mientras que la sal rosa del Himalaya destaca por su origen natural, minerales traza, y uso decorativo.
