La exótica fruta de piel de serpiente

La fruta de la serpiente o salak, es una fruta tropical poco conocida fuera del sudeste asiático, pero en esa región es muy apreciada por su sabor y textura únicos. Recibe su nombre común por su piel escamosa y marrón que se asemeja a la piel de una serpiente. Originaria de Indonesia, especialmente de la isla de Java y Sumatra, el salak ha ido ganando popularidad en otros países debido a su sabor dulce, ácido y a menudo crujiente.

La fruta es pequeña, de forma ovalada o cónica, y su pulpa es de color amarillento o blanco, dividida en varios gajos, similar a la textura de un diente de ajo pero mucho más grande. Al comerla, notarás un equilibrio entre lo dulce y lo agrio, con matices que recuerdan a la piña, plátano o incluso miel. Dependiendo de la variedad y la madurez, el sabor puede variar entre más ácido o más dulce. Su textura es firme pero jugosa, lo que hace que cada bocado sea refrescante.

Además de su sabor, también es nutritiva. Es rica en vitamina C, antioxidantes y tiene un alto contenido de fibra, lo que la convierte en una excelente opción para una dieta saludable. También contiene calcio, lo que favorece la salud ósea, y es usada en la medicina tradicional en algunas partes de Asia por sus propiedades digestivas.

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Lu García