Mac & cheese: ícono de la gastronomía americana

Los macarrones con queso son un ícono en la gastronomía estadounidense, al punto de ser considerados uno de los platos más representativos de la cocina «comfort food». Aunque el origen del mac and cheese puede rastrearse a Europa, especialmente a recetas italianas y británicas de pasta con queso, fue en Estados Unidos donde alcanzó su máxima popularidad y se convirtió en un símbolo cultural.

Este platillo ha sido fundamental en la mesa de muchas familias, tanto por su simplicidad como por su versatilidad, durante la Gran Depresión y en tiempos de guerra, su accesibilidad económica y fácil preparación lo convirtieron en una opción clave para millones de hogares. Con el tiempo, fue ganando un lugar importante no solo en los hogares, sino también en los menús de restaurantes y en la industria alimentaria.

El secreto de un buen macarrón con queso radica en la salsa. Preparar una rica salsa bechamel como base y añadir una mezcla de quesos, como cheddar, parmesano o gouda, le da un toque único a cada receta. Esta mezcla cremosa se une con la pasta, generalmente del tipo codito o codo, para formar un plato que puede servirse solo o como acompañamiento.

Pero su capacidad para ser adaptado y personalizado ha permitido que chefs y cocineros aficionados lo transformen en una base para nuevas creaciones, añadiendo ingredientes como tocineta, vegetales, diferentes tipos de quesos e incluso mariscos.

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Lu García