Durian: la fruta del sabor más controversial

El durian es una fruta tropical que se ha ganado el apodo de «rey de las frutas» debido a su tamaño, su apariencia única y, sobre todo, su sabor y aroma inconfundibles.

Originario del sudeste asiático, especialmente de países como Tailandia, Malasia e Indonesia, el durian es tan apreciado como polarizante, mientras que algunos lo consideran un manjar exquisito, para otros, su fuerte olor es completamente insoportable.

La fruta de durian es grande y tiene una cáscara espinosa y gruesa que la hace parecer casi intimidante; al abrirla, revela un interior suave, cremoso y amarillo pálido, compuesto por segmentos llenos de pulpa comestible. Esta pulpa, que tiene una textura similar a la de un aguacate maduro, es dulce, rica y con un sabor peculiarmente complejo, que mezcla notas de almendras, cebollas caramelizadas, frutas tropicales y queso.

Sin embargo, es el olor lo que realmente distingue al durian. Su aroma es tan fuerte y penetrante que ha sido descrito como una mezcla de cebollas podridas, ajo y gasolina, lo que ha llevado a que muchos lugares, como hoteles y transportes públicos, prohíban su consumo debido a la intensidad de su fragancia.

A pesar de su aroma controvertido, el durian es altamente valorado en muchas culturas asiáticas, donde se consume de diversas formas: fresco, en batidos, helados, pasteles, e incluso como ingrediente en platos salados.

Se le atribuyen varios beneficios para la salud, ya que es rico en vitamina C, potasio, fibra y antioxidantes. Además, se cree que tiene propiedades energéticas, por lo que es comúnmente consumido para aumentar la vitalidad y mejorar la digestión.

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Lu García