En la Navidad, las mesas se llenan de platos tradicionales que varían según la región, pero todos comparten el espíritu festivo y familiar. Algunos de los más típicos incluyen:
Pavo relleno: en muchos países, el pavo es el protagonista de la cena de Nochebuena. Se suele rellenar con una mezcla de carne, vegetales, frutos secos y especias, y luego se hornea hasta dorarse y quedar jugoso. A menudo se sirve con salsas como la de arándano o gravy.
Cordero asado: en otros lugares, el cordero asado ocupa el centro de la mesa. Preparado con hierbas aromáticas, ajo y aceite de oliva, es un plato que aporta un sabor intenso y es ideal para grandes celebraciones.
Bacalao: en muchas regiones de habla hispana, especialmente en países de Europa y América Latina, el bacalao se consume como plato principal en la Nochebuena. Se prepara de diversas formas, como bacalao a la vizcaína, al pil-pil o con tomate y pimientos.
Turrones y polvorones: los dulces navideños son esenciales en la mayoría de las tradiciones. Los turrones, elaborados a base de almendras, miel y azúcar, y los polvorones, pequeños dulces de manteca y almendra, son algunos de los más tradicionales.
Ensaladas y guarniciones: las ensaladas frescas con ingredientes como la remolacha, la zanahoria, las manzanas y las nueces son comunes, así como las guarniciones como el puré de patatas, los espárragos o las verduras al vapor.
Más allá de los platos específicos, se celebra alrededor de la mesa el deseo de compartir momentos especiales con nuestros seres queridos.